Celso Pardo, presidente del Sindicato de Supervisores de Minera Centinela.
El trabajador líder es diferente a quien ejerce un cargo de poder dentro de una compañía, ambos tienen la gran responsabilidad de llevar adelante a la compañía, pero cada uno con herramientas y procesos distintos, donde si el líder, además es jefe, puede lograr cambios y progresos inimaginados.
En el marco del I Seminario Desafíos de la Minería al 2030, realizado en la ciudad de Copiapó durante el mes de agosto, diversos exponentes del rubro minero pusieron sobre la mesa sus ideas sobre el pasado, el presente y el futuro de la industria, incluso en los temas relacionados al liderazgo.
Celso Pardo, presidente del Sindicato de Supervisores de Centinela, y coach en liderazgo, fue el encargado de motivar a los asistentes con su exposición sobre la importancia del liderazgo en el desarrollo, tanto de los trabajadores y trabajadoras, como de la industria en general.
En palabras de Pardo, el liderazgo es una de las grandes herramientas que se aprenden a lo largo del tiempo y no siempre se nace con ellas, pues “el talento por sí solo no funciona, necesita práctica y paciencia”.
“Así como los imperios, las empresas nacen por grandes ideas y liderazgo, pero también desaparecen por falta de ellas (…) podemos decir con orgullo que tenemos dirigentes sindicales muy preparados para los desafíos que enfrenta la minería”.
La emotiva exposición relató desde experiencias personales, hasta análisis de la situación de las empresas en general en Chile, donde Pardo indicó que muchas no se adaptan a los cambios y podrían desaparecer. “Existe el Efecto Tapa, donde los líderes o jefes no permiten que el equipo rinda al 100% (…) es muy importante elevar un estándar al 90% para concentrar toda la energía y poder crecer”.
Cambios en los paradigmas del liderazgo en las industrias
Actualmente en Chile, según la exposición, existen gran cantidad de problemas de comunicación y liderazgo dentro de las empresas, por lo que se requiere abordarlo desde una mirada distinta, pues aún se mantiene la creencia sólo en los líderes fuertes y no en los líderes que conectan con sus compañeros y sus subordinados: “Existe un paradigma que dice que el líder que conecta, es débil, pero el líder rígido es el que sirve, incluso todavía se habla de recursos humanos, cuando deberíamos hablar de gestión de personas, no somos recursos, hay una gran cantidad de paradigmas por cambiar en todas las industrias”.
A plaza llena Celso Pardo pudo indagar aún más en el conocimiento del ser, más allá de lo común que se conoce sobre las herramientas del liderazgo, resaltó una muy elemental: Conocerse a sí mismo.
“Hay que conocer las fortalezas que tenemos, debemos hacer una lista de cinco fortalezas y cinco debilidades, porque un buen líder se conoce a sí mismo, levanta esas brechas y las comienza a trabajar. Es fundamental saber cómo vamos a reaccionar ante una situación compleja, eso solo puede hacerlo quien se conoce a sí mismo (…) cuando tienes un día malo es el mejor día del mundo porque sacas lo mejor de ti”.
No terminó la exposición sin antes hacer referencia a la educación, donde el énfasis estuvo en la necesidad de promover otro tipo de valores e intereses educativos: “Muchos tuvimos que pagar cursos de liderazgo, de oratoria, de superación y emprendimiento porque la educación no se hace cargo de estos temas (…) Estamos sumergidos en una sociedad que avanza y no se detiene en estos asuntos”, finalizó.
