Conversamos en exclusiva con el gerente general de Bailac SAN para conocer su trayectoria profesional, su historia como empresario y el legado de una compañía que está en el podio de las principales proveedoras de servicios en el universo minero chileno.
Hablar de Bailac es hablar de una gran historia de perseverancia familiar y un sello personal en lo que tiene que ver con la mantención de neumáticos y demás servicios en las faenas mineras de Chile, donde el nombre es ampliamente conocido no solo por la cantidad de años que lleva en servicio, sino por su calidad y por su capacidad para reinventarse con el pasar de los años.
Alberto Bailac es el gerente general de Bailac SAN, donde no solo ha crecido personalmente con su familia, sino también como empresario, como profesional, como líder de una gran empresa, marcando un importante legado para las próximas generaciones de emprendedores que ven en él un ejemplo a seguir.
¿Cuál es su historia y su papel dentro de una empresa como Bailac?
Bailac SAN se inicia en el año 1989 con una suerte de licitación, en ese tiempo la Mina El Soldado era de la Compañía Exxon, era todo lo que hoy es Anglo American.
Para ese momento sale esta licitación de servicios de neumáticos en la mina y Pablo Moyano me presenta la idea de participar, nosotros nunca habíamos hecho servicios. Nos dedicábamos a la venta de neumáticos.
Pablo en esa época era un agente de mi hermano Leopoldo; nos presentó la idea, estaba muy interesado en hacer otros negocios. Fuimos a la licitación, yo tenía menos de 30 años, era muy joven, y los mineros siempre han sido personajes muy especiales, éramos los niños de la licitación.
El soldado en ese tiempo nos mandaba neumáticos a reparar, solo teníamos la planta de Iquique, no estábamos en Santiago. Al presentarnos ganamos y arrancamos el negocio con 3 personas en terreno. En ese tiempo era minería subterránea, ahora es de rajo abierto.
Como mencionaba, arrancamos con 3 o 4 personas en 1989, fueron pasando los años y hoy día somos más de 600 personas en Bailac SAN.
Junto con mis hermanos estamos divididos por todo el territorio; yo estoy de la Tercera Región hacia el sur; desde Salvador hasta Punta Arenas, en lo que antes era Isla Riesco, un yacimiento de carbón.
Yo nunca había estado en Punta Arenas. En esos años los negocios eran más directos, sin tanta licitación. Yo fui a conocer lo que iba a hacer la mina, no había nada, era puro bosque. Lamentablemente esa mina se cerró. Cuando inició el proyecto partimos unas 25 personas y cuando se cerró la mina superamos las 100. Hacíamos de todo, soldadura, mecánica, muchas cosas.
¿A qué se dedica Bailac SAN hoy?
El mantenimiento y control de neumáticos en terreno sigue siendo nuestro negocio base, sin embargo, con el correr de los años, desde hace unos 10 o 12 años atrás, comenzamos a desarrollar otras áreas de negocio: Soldadura, mecánica, lavado de equipos, mantención de cabina. Un 40% del negocio son otros servicios siempre integrados al camión, y el resto es el negocio de neumáticos. Mi padre decía que le corría caucho por sus venas.
¿Cuáles han sido sus desafíos más importantes como empresario y líder en una industria como esta?
La seguridad es lo más importante, un gran desafío, un desafío permanente. Esto es una exigencia que parte por uno como compañía, el hecho que el trabajador que va a sus turnos vuelva como llegó a trabajar, sano, sin mayor problema.
El desafío más importante es mantenerse y mantener a nuestra gente libre de accidentes. Desarrollar los desafíos propuestos. Ahora en Candelaria, después de muchos años solo haciendo mantención de neumáticos, partimos con 75 soldadores, y en octubre partimos con un nuevo contrato fuera de nuestro alcance normal, el de manejo de cables.
Ha sido una fuerte inversión de más de 1000 millones de pesos en equipo, prepararnos con gente que sabe del negocio y ser los mejores. Ya en el neumático no tengo donde crecer, y en estos negocios nuevos nos tienen la confianza, y nos dan la posibilidad de desarrollarnos, para el día de mañana estar en otras compañías mineras haciendo este servicio.
¿Qué significa estar al frente de una gran empresa como Bailac?
Un peso enorme, es estar en una permanente busqueda de nuevos negocios y mantenerse, mantener el nivel que tenemos. Para eso hay que tener tripa y ganas, un tremendo equipo que me respalda, sin eso la verdad no estaría donde estoy, hay un equipo enorme, el de Santiago, nuestros administradores en los contratos, nuestra gente, gracias a Dios han formado un gran equipo y la gente nos quiere, quiere la empresa.
Nosotros acabamos de recibir los resultados de clima laboral y salimos con una nota excelente, el año pasado empezamos a hacer esta encuesta de clima laboral.
¿Cuál es la clave para mantenerse en el tiempo y conservar la fidelidad de sus trabajadores?
Yo creo que es una preocupación por nuestra gente, estar muy atento. Yo tengo 8 sindicatos y tengo muy buenas relaciones con ellos, yo diría que básicamente es ser preocupado, eso me lo enseñó mi papá. Mi puerta siempre esta abierta, converso con ellos, me conocen, quisiera tener más tiempo, pero en las faenas me reciben muy bien. Es raro que eso pase en las grandes compañías, pero hay que hacerse el tiempo de estar con la gente, que te vean, conversar con ellos, recibir las cosas buenas y malas, y que como decía mi papá, que “su plata esté el día 30 o antes”, eso me lo enseñó mi papá, y eso es muy importante.
Al final, de la persona que está en la faena, quien recibe la plata es la señora que está en la casa o la pareja, y si no reciben la plata empiezan a llamarlos por teléfono, y al final estos hombres están 7 días en faena y 7 días en su casa, y necesitan esa tranquilidad de que su plata esté en la cuenta, eso se nota. Uno cree que todas las empresas lo hacen, pero muchas no, estiran el elástico, nosotros máximo el 30 o antes.
¿Algún lugar favorito dentro de la empresa?
No, muy difícil, generalmente no soy de las personas que esperan que los vayan a ver a la oficina, yo me doy vueltas en todos lados, antes lo hacía más, uno se va poniendo viejo y se pone más flojo, te cuesta más moverte. Antes andaba más en faena, andaba más en camioneta, me iba en camioneta hasta Copiapó, pero desde hace rato no lo hago, voy en avión.
¿Qué hace para desconectarse del trabajo?
En algún momento de mi vida empecé a jugar golf, pero por problemas de salud en el torque y en el giro que no me traté, lo dejé, entonces lo que hago es compartir en mi casa, compartir con los amigos el fin de semana, mi carrocería no está muy buena, se ve bien por fuera, pero tengo problemas de cintura, espalda…
¿Cuáles son sus consejos para aquellos nuevos empresarios?
Para tener éxito en la vida debes ser constante y perseverante, no dejarse morir, ser insistente, es algo de mi papá, hay que darle.
¿Cuál es su sello como líder y como empresario?
Yo creo que el trato cercano con la gente, ese es mi sello, ser amistoso, mi papá no tenía ese trato,. El era del tema de recauchaje de neumáticos, medía 1.90 mts en sus años mozos y pesaba 120 kilos, no se le notaba porque era de contextura grande, era imponente. Cuando entraba a la planta todos se quedaban callados, como asustados, eso hoy no es así, hay un respeto pero no un miedo, es distinto. A mi papá le tenían respeto y miedo, yo creo que eso es algo importante que no te tengan miedo, que te respeten sí, y ese es mi caso, es lo que siento.
Si alguien quiere iniciar algo tiene que perseverar y no echarse a morir a la primera que tiene problemas, es lo clásico de cuando a uno le va bien, es atreverse a hacer cosas, porque si no me hubiera atrevido no tendría todo lo que hoy hacemos.
¿Cómo logra alinear a cada empresa que integra el Grupo Bailac?
Confiando en la gente a cargo, en Bailac Capacita, Pablo Escudero, en Mining Dust Solutions hay un equipo que viene de Dust A Side, donde quise dar un reconocimiento a la gente que ha ayudado a que Bailac SAN sea lo que es hoy, y en Mining Dust Solutions estoy con socio chileno y de la empresa, le ofrecí que se integrara a esa sociedad, ya no estamos con los sudafricanos.
A nuestros clientes quiero darles un agradecimiento por la confianza que nos han entregado por tantos años, esa confianza que sin ella no estaríamos donde estamos, pues estamos prácticamente en todas las faenas mineras de la Tercera Región hacia el Sur.
Los negocios que se nos entregan hemos sabido afrontarlos de la mejor manera y hasta el momento ha sido así.
Alberto Bailac es todo un ejemplo de constancia, perseverancia y lucha para lograr una compañía líder en el rubro donde se desarrolla, y aunque este empresario tiene mucho que contar de su propia historia y su relación con sus trabajadores, continúa creciendo y aportando a la economía de Chile y el mundo minero.