Varios temas, aborda el gerente general de la División de Chuquicamata, René Galleguillos con revista AMagazine. El ejecutivo da cuenta de su estrecha relación con la zona; el aporte que Codelco “Chuqui” que hace a las comunidades en materia de empleo, la relación con pymes y proveedores, entre otros.
CORAZÓN CHUQUICAMATINO
– A raíz de su experiencia en Codelco, ¿qué se siente ser parte de una empresa estatal con historia, y especialmente de la División Chuquicamata?
Liderar una organización tan emblemática y con tanta historia como Chuquicamata, es un verdadero orgullo y también una gran responsabilidad.
Desde un comienzo este desafío lo he asumido con humildad, pero siempre con la confianza y convicción puesta en que con nuestro trabajo le podremos cumplir a Chile. Y eso se logra con seguridad, esfuerzo, trabajo y compromiso para lograr las metas y los excedentes que el país requiere.
Tengo el corazón chuquicamatino, porque gran parte de mi carrera la he desarrollado en esta División de Codelco.
También me siento comprometido con el territorio, puesto que, como se dice popularmente, soy nacido y criado en este desierto y conozco la cultura, los intereses y las expectativas de la comunidad. Y estamos trabajando para responder a esas expectativas con acciones concretas.
Uno de mis focos de gestión ha sido motivar a los equipos para que refuercen la comunicación, el diálogo y el trabajo conjunto, puesto que las trabajadoras, trabajadores, dirigencias sindicales, supervisión, ejecutivos y colaboradores junto a sus familias, son el corazón de Chuquicamata y necesitamos de su energía, compromiso y talento.
– En su opinión, ¿cómo o de qué manera ha impactado la División Chuquicamata en el bienestar de la comunidad y la región? ¿Cómo se traduce ese impacto en ejemplos concretos?
Codelco Chuquicamata es una empresa del Estado y todos los excedentes que generamos van en beneficio de todas las chilenas y chilenos. Eso constituye un valor y motivación distinta para quienes trabajamos en esta operación de más de 109 años.
Pero como bien sabemos, Chuquicamata es más que eso, porque, por ejemplo, en materia de empleo directo más del 80% de nuestra dotación propia vive en Calama. De igual forma, sobre el 60% de nuestros colaboradores también son de la región. Eso significa reales oportunidades de empleo local con trabajadoras y trabajadores que viven con sus familias en Calama o en la Región de Antofagasta. Seguiremos trabajando en esa línea, poniendo especial atención en que nuestros programas de aprendices y prácticas estén enfocados en dar oportunidades a nuestra gente local.
En materia de economía local, por ejemplo, el año pasado como Chuquicamata compramos sobre 70 millones de dólares en bienes y servicios a pequeñas y medianas empresas locales de la Región, lo que sin duda contribuye al dinamismo de la economía local y también a dar opciones de empleo en forma indirecta. Es toda una cadena que debemos promover no solo nosotros, sino también las empresas contratistas mayores que nos prestan servicios.
APOYO A LA COMUNIDAD: SALUD, EDUCACIÓN Y CULTURA
A ello, sumamos una serie de iniciativas que desarrollamos como Operaciones Norte junto a Radomiro Tomic, Gabriela Mistral y Ministro Hales, donde estamos poniendo énfasis en programas de gran inversión para la habilitación del agua potable a comunidades rurales Alto Loa y parte del sector costero de Tocopilla en alianza con el Gobierno Regional; el apoyo en la reducción de las listas de espera de las atenciones de salud en Calama, Alto Loa y Tocopilla, el fortalecimiento de la educación en los colegios técnicos de la zona pensando por ejemplo en desarrollar habilidades en minería subterránea, el trabajo sostenido con el CFT de la Región, el acceso a prácticas laborales, entre otros proyectos e iniciativas que van en directo beneficio de nuestra comunidad local.
Hace unos días también fuimos protagonistas e impulsores junto a la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, Parquemet y la Universidad de Chile, en la inauguración del Centro de Biodiversidad y Conservación de El Loa, el primero en su tipo en el norte de Chile orientado a la educación ambiental y a la conservación de especies como la Ranita del Loa que hace unos días llegó a Calama. Estos son pasos significativos que abren nuevas opciones de desarrollo en nuestra comuna, destacando que acá no solo se hace minería, sino también ciencia, investigación, educación, turismo, agricultura y tantos otros rubros en los que somos protagonistas.
– ¿Cómo ve la evolución de Codelco Chuquicamata hacia los cambios que la sociedad y el mundo están indicando, como, por ejemplo, la cabornoneutralidad hacia una producción más limpia por parte de la industria minera?
Este es definitivamente un camino en el que toda la industria está transitando. Formamos parte de una sociedad cada vez más exigente y es nuestro deber estar a la altura de esos desafíos en materia de seguridad, salud y desarrollo sostenible junto a las comunidades y nuestro entorno.
Desde una mirada integral, debemos recordar que Codelco y Chuquicamata como parte de la Corporación, cuenta con el sello The Copper Mark que evalúa 32 criterios agrupados en categorías como Ética, Transparencia e Integridad empresarial, Gobernanza, Medio Ambiente, Derechos Humanos, Comunidad, y Condiciones Laborales. Ese es un compromiso con acciones concretas y medibles que sabremos mantener y potenciar en favor de nuestros trabajadores y trabajadoras, la comunidad y el entorno.
Es por ello que, en Codelco, a través de Aguas Horizontes, seguimos avanzando en la construcción de la planta desalinizadora en Tocopilla que abastecerá nuestras operaciones de Chuquicamata junto a Ministro Hales y Radomiro Tomic.
En materia de carbononeutralidad en Codelco, como miembros del ICMM, estamos comprometidos con ser una empresa carbononeutral al año 2050 y en esa ruta nos hemos fijado el objetivo de reducir el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030 respecto de la línea base de 2019.
ELECTROMOVILIDAD
En la práctica ello considera como acción estratégica que nuestra matriz energética provenga en un 100% de energías limpias. Asimismo, en Chuquicamata hemos incorporado una flota de 40 buses eléctricos que contribuyen a reducir las emisiones de CO2 y que están al servicio de transporte del personal propio y colaborador de nuestra División.
Sumado a la importancia de la disminución de las emisiones, es preciso destacar que cada bus contiene en su partes y piezas, cerca de 300 kilos de cobre a diferencia de uno tradicional que utiliza 50 kilos aproximadamente. Cada bus puede contribuir a reducir entre 30 y 50 toneladas/año de CO2.
En esta misma línea hemos puesto a prueba camionetas eléctricas en las operaciones y procesos, de modo que también sean una opción para reducir la huella de carbono.
Otro de las áreas que estamos potenciando es la innovación y uso de la tecnología, donde tenemos el ejemplo del Centro Integrado de Operaciones con operaciones remotas y coordinadas.
A ello se suma el uso de analítica avanzada, integrando la inteligencia artificial en el proceso de toma de decisiones y la optimización y mejor rendimiento de nuestras operaciones y procesos.
Esta tecnología también la estamos utilizando en el cuidado de las personas, puesto que el valor principal de nuestra empresa es y será la seguridad.
Con esa mirada, poniendo al centro a las personas, el respeto, la seguridad y la innovación estamos trabajando para sustentar los próximos 50 años de Chuquicamata y de Codelco.
– Finalmente, ¿qué novedades puede contar respecto del avance de Chuquicamata Subterránea y en qué se traduce este salto histórico?
El desarrollo y operación de nuestra mina subterránea ha sido muy desafiante. En este sentido, es preciso explicar que esa complejidad está determinada porque, por ejemplo, los procedimientos de extracción son distintos a los de otras minas subterráneas, por lo que en Chuquicamata hemos tenido que desarrollar nuevas estrategias de extracción para explotar la mina subterránea.
Pero hoy —como decimos los mineros— le estamos “tomando la mano al cerro” con la ayuda de expertos de Codelco e internacionales, buscando disminuir la variabilidad de la operación y establecer las mejores prácticas, con la ayuda de procesos y sistemas de gestión como C+ y el sistema de mantenimiento SOMA para sistematizar las prácticas, obtener mejores rendimientos de los distintos equipos y activos que son de una envergadura y escala que los hacen únicos en su tipo a nivel mundial. A modo de ejemplo, el sistema de manejo de materiales de la mina es único en su tipo y el conocimiento del mismo se está desarrollando precisamente acá en Chuquicamata.
DOTACIÓN FEMENINA
Así avanza nuestra joven operación subterránea, cuya estructura interna nació con una mirada integradora e inclusiva, donde con mucho orgullo destacamos que posee un 35% de dotación femenina, siendo uno de los indicadores más alto de la industria en áreas operativas. También fue la primera operación bajo tierra en contar con una jefa de Operaciones, el 50% de las jefaturas de turno son mujeres y ya son muchas las aprendices de Calama y de la Región que forman parte de su desarrollo.