Inversores cada vez más cautelosos han mantenido con relativa calma el mercado de futuros de Shanghai mientras el gobierno chino se empeña en controlar una nueva ola de COVID-19 en sus centros industriales.
El COVID-19 en China volvió con fuerza después de dos años de cuarentena, por lo que los bloqueos sanitarios al corazón industrial del país han afectado los mercados, sobre todo la Bolsa de Futuros de Shanghai, donde los volúmenes de negociación del cobre, el aluminio y el zinc cayeron al nivel más bajo desde el 7 de febrero, mientras que el volumen de negocios del níquel también cayó por debajo de la media.
Además de los cierres, la guerra en Europa y las subidas de tipos de la Reserva Federal ensombrecen las perspectivas de los precios. Por su parte, después de que la Bolsa de Metales de Londres detuviera la negociación de níquel impactando los precios, estos vuelven a estar en línea con los de Shanghai normalizando la situación.
Los precios mundiales de los metales básicos subieron a principios de mes hasta alcanzar récords antes de retroceder. La guerra entre Rusia y Ucrania siguió aumentando la preocupación por el suministro de materias primas, como el trigo, el petróleo, el níquel, el aluminio y el cobre.