Las oportunidades que se presentan para el país en el futuro próximo son alentadoras dada la demanda de materias primas de China y diversos países que apuestan por las energías sustentables.
China continúa a la cabeza en la demanda de diversos minerales para su enorme industria, por lo que las cadenas de suministro de algunos de estos metales se están enredando en las crecientes tensiones con occidente, que domina la capacidad de procesamiento de litio, cobalto y tierras raras y se está planteando restringir las exportaciones de algunos materiales. Los gobiernos, desde Washington a Bruselas o Tokio, están evaluando dónde pueden abastecerse de forma fiable de minerales críticos sin pasar por la órbita de Pekín.
Según un trabajo especial de Financial Times, sólo en los últimos 12 meses, Zimbabue y Namibia prohibieron las exportaciones de litio en bruto; Chile aumentó el control estatal sobre la extracción de litio; mientras que México sumió a su naciente industria del litio en la incertidumbre con una nueva revisión de las concesiones mineras.
Chile ofrece precios preferenciales en el carbonato de litio a las empresas que instalen proyectos de litio de valor añadido en el país. La primera en hacerlo fue la china BYD, uno de los mayores fabricantes de vehículos eléctricos del mundo, que anunció en abril que construiría una fábrica de cátodos de litio en el norte de Chile, con 500 puestos de trabajo previstos en la fase de inversión.
Por su parte, Indonesia continúa en la carrera de crear una industria de vehículos eléctricos, por lo que Ford anunció una inversión multimillonaria en una planta de procesamiento de níquel. Este verano, Hyundai puso la primera piedra de una planta de baterías, su segunda fábrica en el país.
Finalmente, Chile continúa a la cabeza como principal productor de estos minerales en la región, pero Argentina, con políticas mineras más favorables, podría superarle.