De jefe de mantenimiento a la pesca con caña

Andrés Aracena Rojas distribuye su tiempo entre la minería, su familia y la pasión por la pesca a orillas del mar en Coquimbo.

De profesión Ingeniero en ejecución en electricidad y en tránsito de obtener la ingeniería civil industrial, Andrés cuenta con más de 14 años de experiencia en la industria minera, y en Centinela ya tiene un lustro. Vive junto a su familia, está casado con 3 hijos (una niña y 2 dos niños) en Coquimbo.

¿En qué consiste su trabajo en Centinela?

Trabajo 7 x 7 y soy el jefe de turno de mantenimiento en la planta. Tengo a cargo el equipo de los mantenedores eléctricos y también a los mecánicos. Somos 4 jefes de turno y nos vamos rotando. Trabajamos sobre la base de las mantenciones y fallas que puedan surgir en la planta.

¿Entiendo que antes de llegar a la minería se desempeñó en la industria pesquera, cómo fue ese cambio?

Fue grande porque cuando comencé a trabajar lo hice en una pesquera en Coquimbo, la empresa San José, la de los tarros de jurel. Estar en ese ambiente, donde todo era más básico y simple, —y en donde la seguridad tampoco era mucha— para luego entrar al mundo de la minería fue radical debido a la envergadura de los equipos, la forma de trabajar, la gente que se conoce. A uno se le abre el mundo.

¿El ambiente también es distinto?

Cuando se dice que la minería es chica, es verdad, porque esta es la quinta faena en la que me desempeño y me he encontrado con gente con la que estuve en mis inicios laborales. En resumen, el cambio de trabajar en una industria local a un mundo de gran envergadura ha sido para mejor.

¿Cómo ha sido este transitar por la industria minera?

Hemos pasado de todo: por crisis, a veces apretándose el cinturón, también haciendo las cosas distintas, innovando, aprendiendo, accidentes que ocurren; en definitiva la minería está en permanente cambio. Además se suman las nuevas generaciones (de mineros) que vienen con otra cultura al egresar de las universidades. Claramente tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos.

¿Y cómo es la experiencia de compartir con profesionales recién llegados al mundo minero?

Me ha tocado estar con chicos que vienen entrando, que traen consigo altas expectativas, con hambre de aprender y también temerosos a veces por lo que significa cometer algún error. El aporte que uno hace, debido a la experiencia alcanzada, nos permite ayudarles y así les generamos más confianza.

¿La intención es hacer un trabajo más llevadero?

La minería tiene su sacrificio, porque a veces uno se pierde navidades, años nuevos, cumpleaños, sin embargo el beneficio tanto profesional, personal y económico es distinto. Como todo en la vida tiene sus ventajas y desventajas. En mi caso han sido muchas más las ventajas como lo son la gente que he conocido, la experiencia adquirida y también el desarrollo que me ha permitido trabajar y tener una estabilidad; darle un bienestar a mi familia, darse sus gustos como algún  hobby.

PESCA CON CAÑA

¿Tiene uno?

Me gusta pescar y tengo mi equipo. El tema de la pesca es casi un vicio porque uno se equipa con todo: traje para meterse a la orilla de la playa, cañas, carretes, incluso el año pasado me compré un kayak para adentrarme un poco más al agua.

¿No ha pensado en convertirlo en un deporte?

Es solo un hobby. También tengo que dedicarme a mi familia porque uno se tiene que dividir para todo lo que hay que hacer en la casa y cooperar con mi señora y los hijos.

La pesca me sirve mucho para botar el estrés, porque hay que tener paciencia al momento de pescar. Y mientras se está en eso uno escucha el romper de las olas; finalmente eso es lo que atrae más de pescar, porque no siempre se obtiene un pescado.

¿Qué tipo de pez ha sacado del agua?

Depende de lo que se obtengan. Hay peces que son de talla pequeña y se devuelven al mar, pero los que tienen un buen tamaño me los llevo. He sacado lenguado, corvina y con eso el almuerzo está listo.

¿Cuál ha sido el más grande?

Saqué un lenguado de 3 kilos 200 gramos y una corvina de 6 kilos. La corvina la pesqué en el kayak y me dio pelea. No es llegar y sacarla porque hay que darle hilo y esperar que se canse porque da mucho que hacer; a veces transcurre media hora a 40 minutos de pelea para sacar una pieza de esas.

¿El equipo resiste para un ejemplar de ese tamaño?

Es todo el conjunto: la caña, el hilo y el carrete; deben estar preparados para soportar la carga que hace el pez cuando se arranca.

¿No es llegar y pescar así nomás, por muy hobby que sea?

No, se debe obtener el permiso por Sernapesca, porque si a uno lo fiscalizan y no cuenta con la autorización pueden requisar todo el equipo. Piense que a veces hay vedas, por ejemplo la corvina. Hay 2 meses en el año que no se puede pescar, pero aun así existe gente que no respeta.

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