Erwin Plett, director y secretario de H2 Chile.
En el marco de los planes de descarbonización de la industria a nivel mundial, Chile cuenta con oportunidades enormes para diversificar su matriz energética gracias a proyectos relacionados al hidrógeno verde, que podrían cambiar la cara del país según Erwin Plett.
El mundo mira al futuro con la esperanza de cambiar la forma en que obtiene su energía, y cómo ésta impacta al planeta, por lo que se han desarrollado una cantidad de planes con meta al 2030 y el 2050 para lograr que las industrias y las economías en el globo dependan cada vez menos de energías contaminantes, una marcha lenta, pero con determinación donde Erwin Plett, como director y secretario de H2 Chile, la Asociación Chilena de Hidrógeno A.G. tiene experiencia y conocimiento.
Para Plett, Chile tiene un gran potencial energético gracias a sus recursos naturales, que no necesariamente están bajo el suelo, como se acostumbra, sino en el cielo, en el ambiente que se respira, donde desde el sol y el viento podrían generar no solo enormes ingresos para el país, sino que estar a la vanguardia de un proceso de descarbonización donde podría ser el protagonista en el mundo.
Plett, en el Seminario Desafíos de la Minería al 2030 en Copiapó, planteó la necesidad de combatir de manera gradual el efecto invernadero con eficiencia energética y energías renovables, pues en su opinión, para el 2050 “no es posible lograr todo de un frenazo en el consumo de fósiles”.
“La descarbonización inteligente se hace con combustibles limpios y haciendo un uso racional de la energía. Las energías renovables y la eficiencia energética son dos cosas distintas que sirven para el mismo propósito. Cabe destacar que la electricidad representa tan solo el 23% de la energía final que se consume en Chile, el resto proviene de combustibles tanto de leña como de combustibles fósiles importados”.
Según la exposición, en el 2022 se gastaron 22.000 millones de dólares, en importar combustibles fósiles que se quemaron creando emisiones, algo que calificó Plett como catastrófico: “El presupuesto anual de Obras Públicas es de 5.000 millones, estamos quemando cuatro veces dicho presupuesto todos los años”.
Hidrógeno Verde como tecnología de almacenamiento de energía renovable
Uno de los temas más incisivos de la exposición es la eficiencia energética. Según Plett, para reducir las emisiones de efecto invernadero en nuestro Plan de Carbono-neutralidad al 2050, se ha previsto que los bosques hagan la mitad del trabajo capturando el CO2 emitido, mientras que la eficiencia energética, y el uso correcto de las energías podría ser más relevante que cualquier otra medida en técnica referente al uso de energías renovables.
“Las emisiones en la minería (huella de carbono) se clasifican en tres categorías o alcances: alcance uno es la emisión directa que puede controlar la mina, el alcance dos que proviene indirectamente de la electricidad utilizada, y las emisiones de alcance tres que la mina no puede controlar directamente ya que proviene de la huella de carbono de proveedores y clientes.
Para el Hidrógeno Verde, según Plett, existen cinco proyectos de escala piloto industrial en pleno desarrollo, en los que CORFO otorgará un subsidio si entran en operación al 2025. Estos proyectos necesitarán en el futuro próximo el capital humano, que se ha comenzado a formar, por lo que representa toda una preocupación para su avance correcto.
El expositor manifestó su preocupación en lo fundamental deformar capital humano. Otro tema es resolver problemas de la industria, ya que considera que las universidades no están haciendo mucha investigación aplicada: “Una cosa es lo que se investiga para generar publicaciones, y otra cosa es la investigación aplicada que resuelve problemas actuales”, puntualizó.
“Para el Plan de Acción del Hidrógeno Verde 2023-2030 que se está elaborando en forma participativa, se inscribieron 2.300 personas de todas las regiones para determinar qué se puede hacer en cada región. La tecnología podrá comprarse afuera por ahora. Para obtener capital financiero habrá que convencer a inversionistas que Chile es un país serio, tiene buena gobernanza y legislación moderna y reglamentación habilitante. En cuanto al capital humano necesario de aquí al 2050, los estudios indican que necesitaremos entre 95.000 y 740.000 personas en esta industria, dependiendo de nuestra ambición de exportar energías limpias. Con ese capital humano especializado le cambiamos la calidad de vida a esos especialistas, y en resumen, el hidrógeno verde podría cambiarle la cara energéticamente a Chile”, concluyó.