Los representantes regionales lo consideran desproporcionado e indicaron que deja Chile como uno de los países con mayor carga tributaria del mundo.
Los representantes de la Macrozona Norte (AII-Tarapacá, AIA-Antofagasta, Corproa-Atacama y Cidere-Coquimbo) se manifestaron contra el royalty advirtiendo que el proyecto propone que los componentes a pagar sean adicionales, con independencia de la rentabilidad. A su vez indicaron que el mismo no señala si será diferenciado según el tipo de explotador minero: castiga al que produce más solo por producir, sin considerar etapas previas como inversiones, los factores geológicos que son diferente para cada yacimiento, entre otras.
“Tenemos que cuidar a esta industria, no ahogarla. Debemos seguir siendo competitivos y no espantar la inversión”, planteó la asociación que reúne a AII-Tarapacá, AIA-Antofagasta, Corproa-Atacama y Cidere-Coquimbo.
El nuevo royalty presentado por el Ejecutivo operará en una modalidad híbrida, con un componente ad valorem que oscilará en tasas efectivas entre 1% y 2% para los productores entre 50.000 y 200.000 toneladas métricas de cobre fino (TMF), y entre 1% y 4% para aquellos con más de 200.000 TMF, y un componente sobre la renta minera, con tasas de entre 2% y 36% sobre la rentabilidad operacional, para precios del cobre entre dos y seis dólares la libra.