Carolina Tabilo Lara es ingeniera civil industrial y lleva pocos meses en la minera desempeñándose en el cargo de Planificadora de Camiones y Equipos Auxiliares.
La profesional ingresó a la minería en 2004, por lo que cuenta con más de 17 años de experiencia en el rubro.
¿Cómo ha sido el recibimiento en su nuevo trabajo?
Me ha gustado mucho estar acá en Centinela, tuve un buen recibimiento y el ambiente es muy agradable. La gente es muy amable y respetuosa; me acogieron muy bien. Y eso que mi personalidad no es muy fácil, jajaja. El ambiente es muy agradable.
¿Cuál es su trabajo específico?
Entré hace tres meses en minera Centinela. Lo que hago es la planificación de los camiones y equipos auxiliares, todas las actividades. Tenemos que ver las pautas y estrategias de mantención, programar los repuestos, entre otras cosas.
¿Qué tiene de especial la mantención en minería?
Llevo muchos años en minería y lo interesantes es que la mantención de minas siempre ha sido un área muy específica vista por los hombres. Entré a trabajar de inmediato al salir de la universidad e ingresé a esta área. Sin embargo, hoy en mantenimiento y planificación sí hay mujeres.
¿Es decir, ese panorama ha ido cambiando?
Me encanta que se estén llenando los puestos de trabajo con mujeres y que nos estén dando las oportunidades. Siempre pasa que al principio los hombres son un poco reacios de reconocer que las mujeres pueden hacer las cosas. Sucede que somos más ordenadas, estructuradas y planificadas. Hoy me sorprendo de que haya mecánicas y soldadoras.
¿Es un doble esfuerzo?
Soy soltera y no tengo hijos, pero tengo a mi mascota Garu. Creo que la mujer puede llevar perfectamente las distintas labores tanto en el trabajo como en la vida privada junto a sus hijos. Además, siempre cuentan con una red de apoyo. Empatizo totalmente con lo que está pasando. Lo importante es que existan las oportunidades, que no se sierren. Lo que sí encuentro es que acá en el área donde yo trabajo no somos muchas mujeres en mantención. Estoy yo, una supervisora, una mecánica y una programadora. Creo que tenemos que mejorar en eso, pero es cuestión de tiempo.
¿Le queda tiempo para realizar otras cosas?
Actualmente estoy estudiando un AMB los fines de semana. También hago deporte, yoga todas las mañanas y bicicleta. Vivo en Santiago y viajo a la minera.
¿Qué le puede aconsejar a las nuevas generaciones de mujeres que están pensando en la minería como una opción?
Creo que somos capaces de hacer de todo, entonces, les digo que se atrevan y que juntas cambiemos los paradigmas en la industria minera. Somos capaces de modificar el ambiente de trabajo para mejor. Yo en particular he vivido ese cambio. Uno tiene que atreverse y no estar con miedo. A mí me ha costado, no ha sido fácil. En todos lados donde me ha tocado trabajar tengo que demostrar que sé. No es como a un hombre que es más fácil.
¿Ya hay camino recorrido?
Uno tiene que demostrar que tiene experiencia y eso no ha sido fácil. Aún el sendero no está totalmente abierto. A mí, que tengo 17 años de experiencia en mantención minera me ha costado. Sin embargo, creo que las niñas de ahora tienen un camino más preparado. Parece una tontería, pero actualmente hay baños para mujeres en todos lados, lo que en mi época cuando recién ingresé a la minería no ocurría. Pero es importante decir que los hombres ya están más acostumbrados a la presencia de la mujer. Cuando yo entré a la industria no era así, sin embargo las mentalidades han cambiado.
¿Cómo se las ha apañado con la pandemia?
En Centinela se ha sabido manejar muy bien la situación. Hay un buen control tanto acá como cuando subo a los vuelos; la trazabilidad que existe es muy buena. Además, ocurre algo irónico, que en mi familia soy la única que no le ha dado COVID-19, y eso que viajo constantemente. Gracias a Dios no he estado enferma y eso es por todo el control y las precauciones que uno tiene al estar acá en el trabajo. Nos hacemos PCR constantemente, mantenemos distancia social.