Según expertos, esta tecnología es más eficiente para transportar energía, porque sufre menos pérdidas en el camino dadas sus características.
El proyecto de transmisión Kimal – Lo Aguirre, licitado por el Estado a través del Coordinador Eléctrico Nacional y adjudicado a la empresa Conexión, busca permitir que Chile cumpla su meta de descarbonizar la matriz energética al año 2050.
La iniciativa abarca cinco regiones, desde Antofagasta a la Región Metropolitana, 29 comunas y más de 160 localidades. Contempla 1.343 km de línea y dos subestaciones convertidoras, una en María Elena, Antofagasta, y otra en Pudahuel, Santiago. La del norte tomará la energía aportada por las centrales renovables y la convertirá en corriente continua para transportarla por la línea, mientras que la del sur hará el proceso inverso para entregarla al sistema eléctrico.
La línea de transmisión Kimal – Lo Aguirre permitirá transportar un cuarto de la demanda diaria de energía del sistema eléctrico actual con ventajas ambientales, de eficiencia energética y económicas respecto de una línea en corriente alterna.
El proyecto se traduce en un menor impacto ambiental, porque para llevar la misma potencia en corriente alterna se requeriría una franja de seguridad 50% mayor que la contemplada en Kimal – Lo Aguirre. Esto implicará la utilización de menos espacio en el suelo, y más importante aún, disminuirá el impacto sobre la biodiversidad del territorio, tanto a nivel de flora, fauna y comunidades, según informó Mauricio Restrepo, gerente de Ingeniería y Construcción de Conexión Kimal – Lo Aguirre.
