Shannen Bruyer Geis, jefa de turno Mina.
El papel de la mujer en la minería es cada vez más relevante y de más responsabilidad, y Shannen es un ejemplo de disciplina y trabajo duro dentro de una industria que se reinventa cada día.
Con sus inicios en Codelco, Shannen ha venido desarrollando una exitosa carrera en Centinela gracias a sus habilidades y determinación, logrando incluso conformar un extenso y exitoso equipo de trabajo.
¿Cómo fueron sus inicios en el mundo minero?
En mi familia no hay nada cercano a la minería, soy la primera de mi familia que va a la universidad y sobre todo enfocada en el rubro minero. Elegí estudiar ingeniería en minas porque tenía facilidad con las matemáticas, también porque me gustaba estar en el cerro, pero la verdad es que no tenía idea de qué hacía un ingeniero en minas, y menos cómo me iba a desempeñar. A medida que fui avanzando fui entendiendo todo.
¿Y en Centinela?
Entré hace 2 años a la empresa, afortunadamente me ha dado la oportunidad de estar en tres puestos diferentes, desarrollar de mejor forma mis habilidades, me ha permitido crecer y ha confiado en mis capacidades. He vivido desafíos súper importantes y me ha entregado el apoyo para desarrollarme a nivel profesional. Estoy muy contenta con el enfoque de la empresa, hay una verdadera preocupación por las personas.
¿Es difícil actualmente ser una mujer supervisora en el mundo minero?
Al inicio estuve en Codelco y luego fui migrando, y realmente hoy día el tema de la mujer es mucho más respetado en cuanto a supervisión.
Respecto a ser una mujer minera no he tenido problemas, al contrario, han confiado mucho en mí y mis compañeras. Antes estaba en Planificación de Producción y tenía muchas compañeras, de hecho, no me había tocado trabajar con tantas mujeres como lo he hecho acá, y desde que estoy en el puesto de jefe de turno mina, un tercio de la dotación que tengo a cargo son mujeres, por lo que desde los trabajadores hay un ambiente de mucho respeto y cuidado.
Desde que entré a la universidad me había rodeado de hombres y tenía el pensamiento de que trabajar con mujeres o tenerlas a cargo iba a ser complejo, pero, todo lo contrario, las trabajadoras que tengo a cargo se han comportado bien, mucho apoyo y buen feedback, hay un ambiente muy grato.
¿Cuáles han sido los desafíos más importantes que ha tenido que enfrentar?
El principal desafío fue mejorar mi personalidad callada e introvertida; esto era algo que no quería, porque para avanzar profesionalmente sabía que necesitaba otro tipo de personalidad. Fue un gran desafío exponerme y salir de mi zona de confort, hablar más en las reuniones, tener conversaciones más difíciles y seguir desarrollando esto. He logrado mis puestos en Centinela buscando estos desafíos, ir desarrollando las herramientas que tenía más débiles.
Otro de los desafíos más grandes que he vivido hasta ahora es el tener a tanta gente a cargo, pues en este momento coordino a 90 personas, de hecho, soy la primera mujer en Centinela que tiene tantas personas a su cargo. Esto ha sido un gran desafío y ha servido para mi desarrollo y liderazgo.
¿Cuáles son sus proyecciones como profesional?
Me encantaría permanecer en Centinela, me gusta el trato con las personas, son estos valores marcados los que me hacen querer seguir creciendo con la empresa, buscando más responsabilidades y cargos con decisiones más importantes.
Mi meta con Centinela es crecer personal y profesionalmente, desarrollarme y entrar en situaciones más desafiantes y con retos más importantes.
